Es justo decir que, en lo que respecta a los mercados energéticos, hemos experimentado uno de los períodos de tiempo más volátiles de los últimos tiempos. Las empresas en particular han luchado con el impacto del aumento de los costos de la energía. A medida que entramos en 2023, está claro que se necesita un enfoque limpio y sostenible para ayudar a las empresas a reducir su exposición a la volatilidad de los combustibles fósiles.

Una de las tecnologías que nos puede ayudar con este objetivo es el BioGás.

Según los analistas, el tamaño del mercado de biogás se valoró en USD 24 mil millones en 2020 y USD 25 mil millones en 2021, respectivamente, y se estima que tenga un crecimiento a USD 37 mil millones para 2028. Factores como el desarrollo de nuevas tecnologías, así como la optimización de técnicas avanzadas de digestión anaeróbica y tecnologías de mejora de biogás, están impulsando fuertemente el crecimiento de esta industria. Adicionalmente a esto, la demanda mundial de biometano como combustible para el transporte, la generación de energía eléctrica y la calefacción están impulsando el mercado del biogás. El creciente conocimiento sobre el gas metano de alta energía, que es una versión mejorada del biogás, generará muchas oportunidades. Por ejemplo, el biometano purificado tiene propiedades similares a las del gas natural ya que actúa como un combustible altamente eficiente y respetuoso con el medio ambiente por lo cual puede sustituir al gas natural en los automóviles que usan este combustible y ser inyectado en la red de gas natural. Según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el biogás como combustible para vehículos puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 60 % y un 80 % en comparación con los combustibles fósiles.

Si bien es cierto, existió una paralización de proyectos de bioenergía debido a las restricciones impuestas a los viajes, el trabajo, las operaciones industriales, la logística y el transporte por la pandemia del COVID-19, Otro factor para la desaceleración de esta industria fue la falta de disponibilidad de materias primas, componentes y soporte técnico. Pero no todo es malas noticias, en Brasil, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) aprobó una financiación de USD 15,4 millones para que UISA Geo Biogás S/A construya una unidad industrial para la producción de biometano y electricidad a partir de residuos de caña de azúcar en Nova Olympia (MT). En la primera fase, esta planta producirá hasta 11,4 millones de Nm³/año de biogás y hasta 32,000 MWh anuales.

Hoy en día, el BioGás ha encontrado una aplicación importante en la generación de electricidad, mediante el uso de motores de combustión interna, turbinas de gas, microturbinas de gas o turbinas en sitio, esto con la combinación de almacenamiento de energía eléctrica, puede ser una excelente solución para bajar los costos de las empresas y reducir la congestión de las redes de distribución.

En México se debe seguir el ejemplo de los diferentes países (consolidados y emergentes) que están apostando por el uso del biogás para la generación de energía eléctrica. En conjunto la industria privada, la banca y el gobierno necesitan apostar por esta tecnología y desarrollarla para diversificar las fuentes de generación, brindar alternativas sostenibles y llegar a las metas de generación limpia, con ello se vislumbrará un futuro prometedor para la industria del biogás en México y el mundo.